Los premios Goya que vio España no fueron los que vivieron sus protagonistas. Los espectadores vieron una bonita película, con un buen guión y unos estupendos actores, pero detrás de las cámaras había mucho más.
Alrededor de 300 jóvenes esperaban a sus antiguos "ídolos" para abuchearles. El gesto de los los asistentes era todo un poema. Esperaban a los jóvenes mansos entregados a sus encantos y se encontraron con los jóvenes idealistas furiosos contra ellos.
Los miembros de la Academia se dieron de bruces contra gritos como "No es una gala, es un funeral" o "Más cultura y menos censura" o " A mi me enseñaron a compartir" Algunos de ellos se han dado cuenta que se deben a su público, y que la distancia que los separa puede marcar el comienzo del fin del cine español.
Frente a esta realidad, dos respuestas bien distintas. La primera personificada por Álex de la Iglesia quien asegura que Internet es la salvación del cine español, mientras que José Miguel Monzón Navarro conocido artísticamente como "El Gran Wyoming" asegura que "La batalla está ganada de antemano, puesto que la solución es internacional."
Es evidente que Álex de la Iglesia tiene razón; no obstante vale la pena analizar las interesantes (e interesadas) declaraciones de Wyoming. Efectivamente las multinacionales americanas han impuesto los acuerdos conocidos como ACTA mediante los cuales no sólo se aseguran controlar en el corto plazo industrias tan importantes como la farmaceútica, telecomunicaciones o entretenimiento.
El futuro de todas las industrias e instituciones pasa por deshacerse de intermediarios innecesarios en la nueva sociedad 2.0. O desaparecer...
From: anonymousvalenciano.blogspot.com
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